Bien esta semana estoy que me salgo con el blog, pero es que he tenido tantas cosas que hacer que no me dio tiempo antes de publicar todos los artículos que quería enseñaros. Esta vez os voy hablar del fin de semana que pasamos en el seno de una típica familia japonesa.
Se trata de una de las actividades organizadas por el centro Vulcanus en Japón. Consiste en convivir con una familia durante un fin de semana para conocer más desde dentro la cultura japonesa y en segundo lugar, y personalmente lo mas importante, practicar japonés. En el centro es cierto que durante 5 horas hablamos japonés pero ya sabéis, es el día a día donde más se aprende. Estas dos primeras fotos os las dejo para que busqueis 5 diferencias, a ver si sois capaces. Es la misma pantalla en Japo y en Ingles.
Se trata de una de las actividades organizadas por el centro Vulcanus en Japón. Consiste en convivir con una familia durante un fin de semana para conocer más desde dentro la cultura japonesa y en segundo lugar, y personalmente lo mas importante, practicar japonés. En el centro es cierto que durante 5 horas hablamos japonés pero ya sabéis, es el día a día donde más se aprende. Estas dos primeras fotos os las dejo para que busqueis 5 diferencias, a ver si sois capaces. Es la misma pantalla en Japo y en Ingles.
Bien, el viernes quedamos directamente en el aeropuerto de Haneda Tokio para coger el avión que nos llevaría a Simane, un pueblo en la costa occidental de Japón muy cerca de Korea prácticamente al lado. Caracterizado por ser un pueblo muy tradicional, ya que aquí se encuentran restos de los más antiguos, relacionados con la cultura japonesa.
2.- Cuatro palmadas
3.- Seguidamente 1 genuflexión más
La verdad es que lo clave allí haciendo genuflexiones a 90 grados como un campeón. Menuda vergüenza allí había por lo menos 100 personas.
Bueno tras este momento de meditación donde realice todas mis plegarias, nos fuimos a dar una vuelta por el complejo en cuestión y allí también nos tomamos unas cuantas fotos para que veáis la seriedad del momento.
Terminado todo el proceso fuimos a cenar una tipiquísima cena japonesa todos juntos a un restaurante de la zona. Aquí tenéis la foto de la mesa y de los comensales antes de empezar y como no después.
La verdad es que había mucha comida pero aquí es como la comida de los chinos te la comes y a los 50 min. tienes hambre otra vez.
Fue en ese momento cuando nos explicaron lo que íbamos a hacer después de la cena. Por suerte ese fin de semana en Shimane todos los dioses de Japón tenían una mega reunión donde durante un mes discutirían sobre los puntos fuertes y puntos flojos de cada uno de sus campos. En total unos 8 millones de dioses venían a Shimane ese fin de semana. Para darles la bienvenida se realiza una ceremonia en la playa donde los sacerdotes esperan que el alma de los dioses salgan del mar traídos por una serpiente. Imaginaros la expectación ocho millones de dioses saliendo del agua para venir a Shimane, así que cenamos y nos fuimos a la playa a coger sitio. Una vez allí todo estaba preparado con hogueras y antorchas en la playa y como no los sacerdotes.
Bien después de las fotos diréis: Pero si no he visto ningún dios, este Alberto esta gilipollas. Pues no, después de toda la expectación resulta que lo que llegaban eran solo sus almas así que efectivamente no había nada que ver. Que le vamos a hacer gente sin fe.
Bien después del fiasco de los dioses fuimos a hacer también otra actividad digna de los dioses el correspondiente onsen. Para los que no sepáis que un onsen os remito al articulo del Autobús de Nikko. Tras relajarnos un rato y disfrutar de un baño de aguas termales a pelota picada ya era hora de ir al hotel y descansar. Así que allí fuimos al típico hotel Japonés a dormir en el suelo no sin previamente hacernos unas fotillos con el típico yukata o pijama japonés y organizar una pequeña fiestecilla en la sala de estar del hotel. Aquí van las fotos.
A la mañana siguiente y tras desayunar el típico desayuno japonés consistente en arroz, pescado, huevo crudo, sopa y una especie de tortilla nos fuimos directamente al encuentro con nuestras familias que nos estaban esperando en una especie de teatro. Que nervios. Fue impresionante nos recibieron como a la selección española. Llegamos a un auditorio donde estaban todas las familias sentadas y nos sentaron en el escenario con las banderas de cada país de fondo y nos fueron presentando a uno por uno y nos levantábamos y saludábamos a nuestras familias, todo súper organizado. Estilo japonés. Y llego el momento cada uno con su familia para casa. Cada una de las familias eran seleccionadas en función de nuestros gustos. Mi familia estaba compuesta por un matrimonio de entre 50 y 58 anos. La verdad es que se portaron conmigo fenomenal. El padre jugaba al tenis y no fuimos a jugar al tenis porque el tiempo no acompañaba pero me dijo que sino hubiéramos ido. Total que el plan del día para empezar fue ir al típico castillo japonés de la ciudad cercana. Las fotos muestran el castillo y los alrededores. La verdad que no me imaginaba que un castillo de estos fuera tan grande pero efectivamente era enorme y bien cuidado.



De aquí cogimos el coche de nuevo y nos fuimos a una especie de zoo en la zona donde había una gran muestra de pájaros. Y estuvimos de visita.
Una vez terminamos de ver el parque fuimos directamente al súper a comprar unos pasteles para llevar a casa de la madre de Mikio, el nombre de mi padre adoptivo, que nos invito a tomar el te. La mujer un encanto. Y es aquí cuando me di cuenta que mi mercado se encuentra en las mujeres de 50 en adelante. La mujer tenía más de 60 y va y me dice que le gustaban mis ojos que eran muy bonitos y que yo era ikeme, que significa joven guapo, vamos que me puse rojo como un tomate. Aun así, chicas tranquilas todo esta controlado no es nada serio. Ya en serio de verdad la mujer un encanto.
Bueno y ahora lo divertido. Como os dije anteriormente teníamos bebida para exportar y claro en Japón hay que beber comiendo. Yo pensé que Mikiosan sacaría solo un tipo de bebida pero no fue así saco el sake, el vino y la cerveza de medio litro. Para que lo sepáis en Japón es de mala educacion no beber casi todo lo que hay en la mesa. Así que mano a mano nos liamos a beber, y como sabéis, mejor dicho como sabe sobretodo el Burgui, mezclar no es bueno y sino que pregunten a ese ultimo RedBull en Segovia que le sentó tan mal. Pues nada allí dale que te pego dándolo todo, este hombre que me rellenaba el vaso siempre pues imaginaros como acabamos con deciros que el entendía mi japonés y yo le entendía a el. Todo genial. Os dejo unas fotillos y sobre todo fijaros en el perro que tenían de mascota, era increíble se llamaba Haudi.
Y después de esto como os podéis imaginar a la cama que mañana será otro día. Tras dormir en un futon en el suelo me levante como os imagináis al día siguiente con humos dolores que no veas pero bueno se estuvo.
A la mañana siguiente tras desayunar y hacernos las fotos de rigor fuimos a la fiesta de despedida que nos ofrecieron en un edificio del centro.
Bien tras este espectáculo comimos charlamos y bebimos con nuestras familias hasta el momento de marcharnos donde de nuevo como la selección nos despidieron en el autobús oficial. De ahí al aeropuerto y vuelta a casa... Y digo a casa porque fuimos a la recepción de los reyes en Japón, pero como sabéis, eso es otra historia.
Ahora os hago un resumen del artículo dedicado especialmante a la vaga de Colmenarejo que no la gusta leer. Que nada que me fui de fin de semana con una familia japonésa y luego hicimos una fiesta.
Besos y abrazos a todos